¡ALERTA ANTIFASCISTA! Tres vecinas de Leganés denuncian una intimidación de un grupo de neonazis en nuestra ciudad al grito de ¡Heil Hitler! Os dejamos el relato de los hechos que nos pasan. Que vuele para que no se repita, ni vuelvan los tiempos oscuros que creíamos alejados:
“Nos han corrido unos cerdos. Una frase que llevaba veinte años sin pronunciar, y que pensaba que no iba a tener que repetir nunca más. Pero la noche de este sábado volvieron los fantasmas del pasado.
Ya en La Zona de Leganés había una pandilla de gente que no molaba nada, y aunque no era un grupo de fascistas al uso ya vimos a alguno con bomber verde y cabeza rapada. Decidimos que lo mejor era irse de allí y pusimos rumbo a un bar que sabemos de buena mano que cierra tarde.
Fue en la Fuentehonda donde nos esperaba una sorpresa de lo más desagradable. Una veintena de tipos aparentemente normales, de entre veinte y treinta años en su mayoría, estaba parada en el medio de la plaza. Empezaron a fijarse en nosotr@s de uno en uno cual caminantes blancos, supongo que por llevar pintas de lo que ellos consideran “guarros”. La noche es oscura y alberga horrores.
Enseguida se identificaron como nazis, gritándonos “Heil Hitler!” mientras hacían el maldito saludo con la mano alzada. Seguramente tendríamos que haber salido corriendo en ese preciso momento, pero decidimos plantarles cara y preguntarles que si tenían algún problema. Habríamos achantado en cualquier otra ciudad, pero ésta es la nuestra y no nos dio la gana.
Enseguida hicieron amago de venir a zurrarnos, pero los más mayores intentaron calmar al resto. Lo justo para que nos diese tiempo de darnos la vuelta acelerando el paso hacia el bar al que íbamos y para el que ya no quedaba demasiado. Empezaron a seguirnos mientras llamaba por teléfono a un colega con el que acababa de hablar para pedirle ayuda. Veinte contra tres. No eran pocos, pero sí cobardes.
Conseguimos llegar al bar a la par que nuestro amigo y, ya dentro, el dueño echó el cierre. Parece que no llegaron hasta allí porque no volvimos a tener señales. Una vez a salvo me relajé y rompí a llorar. De miedo, porque pensé que nos mataban. De rabia, por ver cómo se rompía de repente la seguridad que me había vuelto a construir en mi cabeza en estas dos décadas. Y de gratitud, porque el amigo al que llamé tardó un minuto en aparecer para unirse a una posible pelea que nunca podríamos haber ganado. Esperamos hasta que se hizo de día y nos fuimos ya los cuatro juntos a la casa de una de nosotras a dormir junt@s en el salón.
No lo cuento para alimentar el odio, porque como dijo Leño “los que alimentan el odio, con odio se encontrarán”. Nosotr@s somos mejores que eso. Lo cuento para que todo el mundo sepa cuanto antes lo que ha pasado, que ahora mismo es lo mejor que se me ocurre para intentar que no nos vuelva a pasar ni a nosotr@s ni a nadie. Me quedo con otra frase de Banda Jachís que cantábamos minutos antes de lo sucedido: “Y si es tan fuerte el lenguaje de odiar, ¿crees que tú y yo lo podremos evitar?”. Toca volver a gritar por un Leganés diverso, antirracista, antifascista y feminista. No podemos volver a tener miedo de andar por las calles de nuestro barrio. No podemos perder lo poco que hemos ganado. Leganés para todas.”